sábado, 3 de diciembre de 2011

ELEMENTO:

http://vimeo.com/33022935

MOLECULA:

http://vimeo.com/33026963


DESAPARICION:

http://vimeo.com/33022595


TIEMPO:

http://vimeo.com/33025543


DOMINGO;

http://vimeo.com/33018205


SOMATIC:

http://vimeo.com/33031699

Jonas:

http://vimeo.com/33084097

Partitura:

http://vimeo.com/33036906

lunes, 7 de marzo de 2011

Análisis




La facultad de reconocerse ha sido, desde siempre, un recurrente derecho y obligación para el hombre, sea con pintura, literatura, fotografía, etc., y con la creciente implementación de aparatos y procesos tecnológicos en las diferentes áreas del acontecer diario, la oportunidad de mirarse se ha convertido en una acción irresistiblemente común.
Actualmente las personas pueden llevar amigos y todo lo relacionado a ellos en la palma de la mano, la tecnología extiende las habilidades naturales del ser humano y su entorno, dando a la vista o al tacto la oportunidad de extenderse más allá de los limites físicos. Es éste tiempo donde seres humanos y máquinas, maquinas bastante complejas, conviven; lo que significa vivir en compañía de otro,  causando, en términos prácticos, una relación. ¿Pero cual es la naturaleza de ésta relación? El álbum fotográfico familiar, los videos caseros y los perfiles de Facebook tienen similitudes de forma y motivo, y  similitudes anómalas.
El álbum esta constituido por una serie de fotos, usualmente cronológicamente ordenadas de momentos que “valen la pena recordar” o hasta son necesariamente inolvidables. En el ejemplo mostrado al inicio de esta publicación se puede observar algo no que parece, sino que es, en los términos más desapegados a la representación, una visita al zoológico, adornado por miradas ambiguas; Por un lado, el momento evocado, del abrazo, de un momento impactante, del anhelo de fotografiar a tus afectos  junto a la escultura que les fascinó, y por otra parte la mirada de todo aquello que le parece fotografiable, una vista exótica. Por ejemplo, en la selección de fotos se encuentra el retrato de un estacionamiento,  el de unas nubes que no se habían percibido antes y el de un animal al que no se está acostumbrado.
El video, por otra parte, recupera uno de los mas lindos aspectos de la facultad de reconocerse, el mismo que retiene el cine, de nuevo en términos prácticos, la captura  del momento en cuestión, enjaulando así, la vida misma, tal y como la miro, por lo menos, una cámara. Si fotografiamos una boda el momento capturado depende infinitamente del instante de obturar, un segundo antes, los asistentes podrían tener un semblante de hastío, y uno después, podrían estar bostezando por las palabras del sacerdote, o por que les dio sueño; pero, sin duda, es algo que define substancialmente la lectura de la foto. Esto no ocurre en el video, el enjaular continuamente un momento muestra la posibilidad de tener todo el paquete, el rostro cambiante del esposo en el preciso instante que la novia firma el acta, las posturas variantes ante la situación de los presentes. Esto sin olvidar, que la lectura de una foto, de un video, de una pintura, de un texto, es totalmente subjetiva, aunque un bostezo sea el mismo acto en todo el mundo, lo que representa, no lo que implica, es cuestión del lector. Una vez más se filma lo que se quiere recordar, que el momento viva por siempre.
Ahora bien, en el campo del perfil se emplean truculentos movimientos. La información. Aceptando que los limites del mundo son los limites del lenguaje, y  que cuando uno habla limita al mundo*, ¿Qué sucede con lo que queda fuera, no existe o se intenta no existir? Cuando es uno el que selecciona la información la objetividad se queda bastante atrás. Existe un reconocimiento sincero, el de la conciencia en el arte, y otro, fraudulento,  que engorda la vista y ensordece el lenguaje.
A Facebook no se suben las manías, el sopor, los aspectos inconformes, el conflicto interior, y tus profundas creencias son del largo de una línea.
También se muestran los momentos memorables, pero solo los que quieren que sean reconocidos, moldeando lo que se desea escuchar sobre las personas dentro. ¿Es el Facebook un mecanismo de acartonamiento de la gente, una plataforma donde el individuo se vuelve frívolo, que le otorga a éste el confort de la conciencia chata, de lo perecedero? Por supuesto. El que todo el mundo pueda escribir, mostrar, opinar, sin la conciencia de lo que ello implica, aplana las cosas; es lo mismo que el video le hizo al cine, los hijos del video graban y graban y graban y graban, no conocen el valor de un plano, como desconocen la importancia de un punto de vista, de abrir la boca, de declarar. Los mecanismos de control han cambiado!, Fouccault lo ha dicho! Y progresivamente el poder se vuelve suave y callado, imperceptible.
Nada es completamente negro o completamente blanco, gracias al cielo hay matices y hasta lo más obscuro puede contener salpicaduras de luz. Este ensayo es así, un encapsular de verdad, solo un poco de realidad, un objeto no cerrado, que al no poder mencionar todo, deja fuera.



Sinfonía Urbana